Cada guitarra que construyo es el resultado de años de aprendizaje, paciencia y respeto por la madera. Esta en particular, hecha con palo santo, busca un sonido con sustain prolongado, donde la nota no se apaga enseguida, sino que respira y se asienta con profundidad.
El objetivo siempre es la limpieza en cada nota, que el sonido fluya sin interferencias, con una afinación precisa y una comodidad que permita al guitarrista olvidarse del instrumento y centrarse en la música.
El palo santo no solo aporta belleza, sino que da cuerpo y carácter al sonido. Es una madera noble, con una resonancia especial, difícil de trabajar, pero que bien domada responde con calidez y claridad.