Etapas del proceso artesanal
Selección de maderas
Utilizo una selección de maderas con un alto grado de secado, lo que garantiza una mayor estabilidad y prestaciones acústicas. En esta selección se encuentran: Pino abeto, Ciprés Español, Cedro de Honduras, Ébano y Palo Santo. Este tipo de madera permite obtener un sonido más maduro, con ese carácter «añejo» tan valorado en una buena guitarra.


Varetaje
Me inspiro en el diseño de Antonio de Torres. Un varetaje en forma de abanico con 7 varetas. Este sistema no solo responde a la tradición, sino que también favorece una mejor proyección y riqueza sonora. Gracias a esta estructura, la tapa armónica vibra con mayor libertad, lo que permite un equilibrio tonal más natural entre graves y agudos,.


Empeonado
Uno la tapa armónica con los aros mediante el empeonado, una técnica que requiere precisión y cuidado, y que refleja el carácter artesanal típico de la escuela granadina. Esta unión proporciona una estructura sólida y flexible al mismo tiempo, clave para respuesta acústica del instrumento.


Aplico el barniz de forma tradicional, a muñequilla, creando una capa muy fina que permite que la guitarra respire y suene mejor. Esta técnica, también conocida como barnizado a goma laca, ha sido utilizada durante siglos en la construcción de guitarras clásicas por su capacidad para proteger la madera sin interferir en su vibración natural.
A diferencia de los barnices industriales, la muñequilla se aplica manualmente en múltiples capas finísimas, lo que requiere tiempo, paciencia y una sensibilidad especial para adaptarse a cada veta de la madera haciendo que cada guitarra sea una pieza única a nivel estético. El resultado es un acabado cálido y luminoso, que envejece con elegancia y embellece con el uso.
Barnizado


Ajuste final
En la fase final del proceso, sigo los cuatro principios que defiende Francisco Manuel Díaz: afinación precisa, sonido equilibrado, comodidad al tocar y una estética cuidada.
- La afinación precisa asegura que cada nota responda con claridad y exactitud en todo el mástil.
- El equilibrio sonoro permite que graves, medios y agudos convivan en armonía, sin que ninguno eclipse al otro.
- La comodidad es esencial para que el guitarrista pueda expresarse libremente.
- Y por último, una estética cuidada no es solo un detalle superficial, sino una forma de transmitir respeto por el instrumento y por quien lo toca.

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